Operación de Bentall
La operación de Bentall es una de las cirugías cardiacas delicadas, y requiere un cirujano con suficiente experiencia, y la operación se dirige a ejes básicos, a saber: Sustitución de la válvula aórtica, de la aorta ascendente y de la base de la aorta asociada a la membrana pericárdica (vaina que rodea el corazón), y el primero en realizar esta operación fue el médico "Hugh Bentall" con la ayuda de "Anthony De Bono", durante 1968, y posteriormente este enfoque se extendió entre los cirujanos cardíacos; para tratar los defectos aórticos, el mecanismo para realizar la operación de Bentall consiste en sustituir la aorta con la válvula aórtica por otra arteria artificial que termina en una válvula, y después es necesario realizar tareas vitales.
Información sobre la Cirugía de Bentall
- Muy a menudo, la dilatación de la aorta va acompañada de otra dilatación de la raíz asociada al ventrículo izquierdo, y esto hace que el músculo cardíaco no haga bien su trabajo, y la situación se complica si la afección se desarrolla, y en el caso de una dilatación del diámetro de la aorta de más de 5,5 cm, esto requiere una intervención quirúrgica, realizando una operación de bentall.
- Si la aorta no se puede reparar, se extirpa por completo, donde se sustituye la aorta además de sus raíces por un material artificial, y se reimplantan y suturan las arterias coronarias con una nueva aorta artificial.
- La operación de Bentall requiere habilidad, ya que en caso de cualquier error o desviación en la sutura de las arterias coronarias con una aorta artificial, esto provocará una nutrición miocárdica insuficiente a través de las arterias coronarias, y este paso es el más difícil e importante para el éxito de la operación de Bentall.
¿Cuáles son los motivos que requieren una operación de Bentall?
Existen varios motivos que requieren una operación abdominal, que son los siguientes:
Aneurisma de Aorta.
- Se denomina aneurisma de aorta a la dilatación o expansión que afecta a la aorta, y el diámetro de la aorta en una persona normal es de entre 2-4 cm, y la aorta se divide en partes con diferentes nombres; encontramos que la aorta que sale del ventral izquierdo se denomina "aorta ascendente aorta ascendente", la aorta que se envuelve en forma circular al final de la aorta ascendente, conocida como "aorta arqueada", y por último la "aorta descendente aorta descendente" que se extiende desde la zona torácica hasta la zona pélvica.
- La enfermedad del aneurisma aórtico se produce como consecuencia de la debilidad de las paredes arteriales internas y en consecuencia se produce una dilatación y aumento del diámetro, y la dilatación o expansión puede ser leve o accidental, pero la más peligrosa de las dilataciones es la rotura de la aorta, que es la encargada de suministrar sangre oxigenada desde la zona del ventrículo izquierdo a todas las partes del cuerpo; para el funcionamiento de los órganos y sistemas, y esto se considera entre las razones para recurrir a la operación de Bentall como medida preventiva.
- El aneurisma aórtico puede producirse en cualquier parte de la aorta, pero lo más frecuente es que la dilatación se produzca en la zona de la arteria ascendente, y esta enfermedad afecta a grupos de edad que han superado los sesenta años, y su incidencia se sitúa entre el 5-7%, y un individuo puede desarrollar dilatación aórtica durante largos periodos de tiempo sin mostrar ningún síntoma, y si aparecen síntomas, son dolores en la espalda y en el abdomen.
Síntomas de la Lesión
- Si el aneurisma aórtico se prolonga, alcanzando los 5,5 centímetros, es un indicio de la posibilidad de rotura de la pared arterial, y si esto ocurre, se produce una hemorragia interna, y se produce la muerte si se descuida el tratamiento, por lo que en tales circunstancias puede realizarse una operación de bentall para evitar complicaciones.
- En el caso de la enfermedad de aneurisma aórtico en la zona del tórax, los síntomas que se producen son dificultad para respirar, tos, dolores agudos en la zona de la caja torácica, y los dolores pueden extenderse a la zona de los hombros y los brazos, y pueden producirse infartos de miocardio, regurgitación aórtica, ictus o insuficiencia renal.
- Las causas de la aparición de la enfermedad del aneurisma aórtico son la aterosclerosis, en la que el colesterol dañino se deposita en la pared interna de la aorta, lo que provoca infecciones, con la formación de coágulos de sangre, y con el tiempo se produce un debilitamiento de la pared interna de la aorta, y ésta se expande.
- Los factores de riesgo más destacados que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar un aneurisma aórtico son: diabetes mellitus, hipertensión arterial, tabaquismo, colesterol malo de baja densidad LDL alto, colesterol bueno de alta densidad HDL bajo, así como la incidencia de infecciones del tejido conjuntivo, además de factores genéticos y la aparición de hematomas.
Disección Aórtica
- Esta enfermedad es conocida por otros nombres; tales como: disección aórtica o aneurisma disecado, que es una de las razones importantes para realizar una operación de Bentall, y la disección aórtica conduce a la ruptura de la aorta, y esto conduce a una fuga de sangre entre las capas que forman el revestimiento de la arteria desde el interior, y esto provoca una divergencia de estas capas de tejido y su separación entre sí, y en el caso de ruptura completa, la probabilidad de muerte puede alcanzar el 80%, y algunos estudios indican que hay alrededor del 50% de las personas con disección aórtica mueren antes de llegar al centro de tratamiento.
- La aorta o arteria aorta tiene tres capas, a saber: la capa interna, formada por células endoteliales, la capa intermedia, formada por células musculares lisas y un conjunto de fibras, y la capa externa, formada por tejido conjuntivo.
- La capa interna (endotelio) está directamente conectada con la sangre que fluye por la aorta y, en caso de disección, se produce una fuga de sangre hacia la capa intermedia, lo que provoca un aumento de la presión y puede producirse una rotura que abarque una amplia zona a lo largo de la aorta, y la mayoría de las veces la disección inicial se produce a partir de la válvula aórtica, y se extiende un centenar de milímetros de largo, y esto afecta a la membrana del pericardio (la membrana externa del músculo cardíaco), y en etapas posteriores, con el abandono del tratamiento, esto provoca una ruptura total y hemorragia interna.
Síntomas de la Disección Aórtica
- Los síntomas de la disección aórtica, o disección de la aorta, incluyen un dolor insoportable repentino, y algunos pacientes que han sufrido una disección aórtica han descrito su sufrimiento como un pinchazo con un instrumento afilado, con un dolor que se extiende por todo el cuerpo, y en el caso de la disección de la aorta ascendente, los pacientes sienten dolor en la zona anterior del tórax, pero en el caso de la disección de la aorta abdominal, esto conlleva problemas en los riñones o en el intestino grueso; los pacientes sienten dolor en la zona anterior del tórax, pero en el caso de disección en la aorta abdominal, esto conlleva problemas en los riñones o el intestino grueso como consecuencia de la isquemia, o en el caso de disección en la aorta descendente; los pacientes sienten dolor en la zona de la espalda, entre los hombros, pero si el dolor se produce en la envoltura cristalina que rodea los pulmones; se trata de una causa de hemorragia en la membrana pericárdica.
- A veces hay confusión en el diagnóstico de la disección aórtica porque sus síntomas son similares a los de un infarto de miocardio, y se pueden distinguir en el hecho de que un infarto de miocardio se acompaña de aumento de la sudoración y los dolores son menos intensos que cuando se produce la disección, y el infarto de miocardio no dura mucho tiempo, y esto se puede detectar mediante la monitorización del electrocardiograma.
- Entre las complicaciones que pueden sufrir las personas con disección aórtica están los problemas con el sistema nervioso central, la aparición de parálisis.
Síndrome de Marfan
- Entre las razones para recurrir a la operación de Bentall se encuentra el síndrome de Marfan, que es una de las enfermedades genéticas que afectan a los tejidos conectivos, y el síndrome de Marfan puede afectar a diversas partes del cuerpo humano, siendo las más destacadas: el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos y el esqueleto.
- Hay características físicas distintivas de las personas con síndrome de Marfan; se caracterizan por estatura alta, pierna, brazo, dedos de manos y pies con delgadez en el cuerpo, y hay otros síntomas de las personas con el síndrome; como curvatura de la columna vertebral con los huesos del pecho sobresaliendo hacia fuera, o viceversa; inclinación hacia dentro, con convergencia de los dientes, y la aparición de soplos cardíacos.
- El daño de este síndrome puede no ser fuerte en algunos casos, y los afectados pueden convivir con él normalmente, pero hay otros casos que muestran síntomas relacionados con una lesión cardiaca, en la que aumenta la presión arterial y luego la debilidad de la arteria aorta, y es importante hacer un seguimiento de los síntomas que aparecen con un especialista médico para diagnosticar y tratar la afección, y para ello es necesario recurrir a una operación dental.
- Es posible recurrir a fármacos terapéuticos en casos de infecciones aórticas limitadas, y estos fármacos ayudan a aliviar la presión arterial y a reducir la tensión a la que está expuesta la aorta, dependiendo del estado del paciente, ya que en algunos casos el médico aconseja realizar una cirugía de reparación aórtica (operación bentall).
- El síndrome de Marfan se produce como resultado de un defecto genético que causa una deficiencia en la secreción de proteínas que sostienen los tejidos conectivos y les dan fuerza y flexibilidad, y esta enfermedad se transmite por herencia de los padres, en el 25% de los casos del síndrome, y la enfermedad afecta por igual a hombres y mujeres.
- El síndrome de Marfan provoca diversas complicaciones en el corazón, especialmente aneurisma aórtico, así como la aparición de cicatrices o disección en la pared aórtica interna, con la posibilidad de anomalías en las válvulas cardiacas, además de otra serie de complicaciones en el ojo y el esqueleto.
Insuficiencia Aórtica
- En el músculo cardiaco hay cuatro tipos de válvulas: la válvula mitral, que conecta la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo; la válvula pulmonar, que conecta la arteria pulmonar y el ventrículo derecho; la válvula tricúspide, que conecta la aurícula derecha y el ventrículo derecho; y la válvula aórtica, que conecta el ventrículo izquierdo y la aorta. Todas estas válvulas funcionan cuando late el corazón y, en algunos casos patológicos, puede producirse un defecto en una de ellas, lo que provoca problemas en la función cardiaca.
- La insuficiencia aórtica se produce como consecuencia de defectos en la válvula aórtica; cuando la válvula no se cierra después de que la sangre pase del ventrículo izquierdo a la aorta, y la sangre vuelve de nuevo al ventrículo, y esto puede provocar el engrosamiento y agrandamiento del ventrículo.
- Las causas más frecuentes de regurgitación aórtica son: espondilitis reumatoide, defectos congénitos, como que el feto nazca con una válvula formada por una sola valva o valvas conjuntivas, lo que no ayuda a que la válvula se cierre, y puede producirse insuficiencia aórtica; como consecuencia de espondilitis diastólica, endocarditis, neumonía, aumento de la tensión arterial, síndrome de Marfan, cicatrización de la válvula aórtica, síndrome de Reiter sifilítico, trastorno del tejido conjuntivo, lupus eritematoso.
- Los síntomas más destacados de la regurgitación aórtica son dificultad para respirar, fatiga, hipertensión arterial, soplos cardíacos.
- Existen algunos casos de insuficiencia aórtica leve, y pueden ser tratados mediante el uso de fármacos terapéuticos; como diuréticos, y en algunos casos se recomienda el uso de vendajes; para prevenir la infección de cualquier parte del músculo cardíaco, pero en casos avanzados, se puede realizar cirugía cardíaca (operación bentall) y sustituir la válvula aórtica dañada por una válvula artificial, y en caso de que la causa sea la presencia de dilatación de la aorta; esto requiere una restauración integral de la aorta.
Cómo se Diagnostican los Defectos Aórticos
Los métodos por los que pueden diagnosticarse los defectos aórticos son variados, a saber
- Diagnóstico preliminar: el médico tratante revisa los síntomas que presenta el paciente y el inicio de su aparición, con una investigación de los antecedentes familiares, y el médico utiliza un estetoscopio para identificar el alcance de un soplo cardíaco, ya que éste es uno de los signos de los defectos aórticos.
- Resonancia magnética: el uso de un aparato de resonancia magnética ayuda a obtener imágenes detalladas del órgano cardiaco y de las grandes arterias relacionadas, como las arterias pulmonar y aórtica, así como a identificar la eficacia de las válvulas.
- Cateterismo cardíaco: el cateterismo cardíaco se utiliza en caso de que el médico no pueda identificar problemas en el músculo cardíaco, y la mayoría de las veces el médico recurre al cateterismo cardíaco antes de realizar una operación bentall, para determinar lo que el paciente necesita, el médico utiliza un alambre que no supera los 3 mm de diámetro, y lo inserta desde una de las venas del muslo, o del brazo, hasta llegar a la aorta, y luego con material pigmentado de color.
- Ecocardiograma: el ecocardiograma es un aparato basado en ultrasonidos, donde el médico coloca un aparato de imagen conectado a un ordenador en la parte superior del tórax del paciente, y entonces evalúa el trabajo de la aorta e identifica si hay dilatación o no, así como para identificar la eficiencia de la válvula, y el médico obtiene imágenes tridimensionales de la estructura del corazón.
- Prueba de esfuerzo cardíaco: La prueba de esfuerzo cardiaco es una de las pruebas importantes para corregir el estado de la aorta, ya que el médico identifica la actividad de la aorta durante el esfuerzo físico o ejercicio.
- Radiografías: Las imágenes de rayos X ayudan a explorar los defectos de la aorta, la válvula que la separa del ventrículo izquierdo de una manera muy eficaz, también pueden ampliar e identificar cualquier otro problema en el músculo cardíaco y obtener imágenes detalladas.
- Electrocardiograma ECG: el electrocardiograma (ECG) es uno de los aparatos más famosos utilizados en la evaluación de la función cardiaca en general, y puede ser utilizado en el diagnóstico de las enfermedades de la aorta.
¿Cuál es la Etapa Previa a una Operación Genital?
- El médico indica a la paciente que se realice una serie de pruebas semanas antes de la operación, como análisis de sangre, un electrocardiograma, un ecocardiograma y radiografías.
- Tres días antes de la operación, el médico pedirá a la paciente que se abstenga de tomar algunos tipos de medicamentos, especialmente los que provocan un adelgazamiento de la sangre, así como que deje de fumar o de tomar bebidas alcohólicas; para no provocar un trastorno circulatorio durante la operación de Bentall.
¿Qué pasos hay que seguir para realizar la operación de Bentall?
- Para realizar una operación de Pental se utiliza anestesia total, el médico esteriliza la zona torácica del paciente con la sustancia antiséptica Betadine, mientras que el paciente está conectado a un respirador, así como a un electrocardiograma.
- A continuación, el médico practica una incisión en la zona torácica, extrae la parte dañada de la aorta, retira la válvula aórtica y las partes dañadas se sustituyen por una amputación artificial conectada a la nueva válvula.
- Después, el médico conecta las arterias coronarias a la nueva aorta y a continuación cierra la incisión quirúrgica con grapas y derivaciones.
- Es posible que el paciente después de la operación Pintura permanezca en la sala de cuidados intensivos durante dos días, donde el médico vigila las actividades vitales del organismo; tales como: frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura y respiración, después de lo cual el paciente es trasladado a una de las salas del centro de tratamiento con un seguimiento cuidadoso de su estado, y se ocupa de los aspectos negativos que puedan aparecer en el organismo, tales como: frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura, respiración, después de lo cual el paciente es trasladado a la paciente; tales como: dolor, palpitaciones, fiebre, sangrado, falta de apetito o la presencia de cualquier problema de visión, y la mayoría de los casos el tiempo que tarda un mes y medio hasta que el paciente recupere su movimiento normal.