Los diferentes tipos de procedimientos bariátricos existentes actualmente propician una importante disminución del peso, de manera segura y efectiva.
Existen dos tipos de procedimientos de cirugía bariátrica: la Manga Gástrica y el Bypass Gástrico.
La manga gástrica laparoscópica, se utiliza para disminuir 80 por ciento de la capacidad gástrica. Con ello, se puede reducir la cantidad de alimento que ingiere la persona.
El bypass gástrico ayuda a disminuir la cantidad de alimento y a que el organismo absorba los nutrientes necesarios.
Hay dos enfoques diferentes: restrictivos y malabsortivos. En el primer caso, se diezma la capacidad volumétrica estomacal. Mientras que, en el segundo, se aminora; hasta cierto punto, la habilidad de absorber los nutrientes y las calorías que aportan los alimentos.
En todos los casos hablamos de una intervención que debe ser realizada por especialistas con una gran experticia. Aunque gracias a la laparoscopia, una alternativa menos invasiva; el tiempo promedio en el quirófano es más corto. Asimismo, solo se generan cicatrices mínimas que sanan pronto, con períodos de recuperación reducidos.
Entre los procedimientos restrictivos dentro de los tipos de procedimientos bariátricos, destacan los siguientes:
Es uno de los procedimientos más utilizados, consiste en reducir el estómago convirtiéndolo en un tubo. Se cierra con grapas quirúrgicas en un proceso irreversible. Los cambios le permiten saciarse con poca comida y perder mucho peso. Se emplea en pacientes con un IMC entre 30 y 50 puntos, y que a su vez no tienen indicación formal de bypass gástrico.
Es otra de las técnicas que crea una pequeña zona estomacal y retrasa su vaciado, gracias a un dispositivo que se ajusta en torno a la parte superior del estómago. De esta forma, te sentirás satisfecho durante más tiempo y, por consiguiente, disminuirás la ingesta de alimentos. Esta bolsa sólo puede contener de 30 a 60 cc de alimento, lo que le llenará rápidamente.
El procedimiento no toca el intestino delgado, por lo que no influye en la absorción. Es un método poco utilizado por su elevado porcentaje de fallos a largo plazo y la frecuente necesidad de reintervenir para retirar el dispositivo debido a las complicaciones.
Es una esfera flexible de silicona que se inserta en el estómago por medio de una endoscopia. Su introducción genera una sensación de saciedad temprana. Así, la persona comerá menos y bajará de peso más fácilmente. Fue diseñado para ser extraído al cabo de 6 a 8 meses. Se utiliza sobre todo en pacientes con sobrepeso menor; ya que su eficacia en la obesidad mórbida es limitada.
Entre los métodos y tipos de procedimientos bariátricos más destacados para la malabsorción o los procedimientos combinados se encuentran los que se indican a continuación:
Es un método muy utilizado y se considera desde hace muchos años el patrón de referencia. En general, permite perder más del 50% del exceso de peso.
Se trata de crear un pequeño estómago (con una capacidad aproximada de 30 cc), que se comunica directamente con el intestino. De este modo, se produce la saciedad con poca comida.
Esta técnica también se conoce como bypass gástrico de anastomosis única. Es un procedimiento en el que el nuevo estómago es más grande; ofrece menos restricción que el bypass gástrico convencional, porque el alimento es dirigido a una parte más distal del intestino, lo que lo convierte en más malabsortivo.
A pesar de los óptimos resultados en la pérdida de peso y en la curación de comorbilidades, es poco utilizado, porque requiere un intenso apoyo con suplementos nutricionales y proteínas.
Es una alternativa compleja que necesita mayores cuidados. Por otra parte, ofrece una alta efectividad sostenible en el largo plazo. Se realiza en dos etapas, una gastrectomía vertical y una desviación mayor del intestino delgado.
Se considera un procedimiento totalmente malabsortivo, por lo que las complicaciones nutricionales a largo plazo son difíciles de tratar y suelen requerir reintervenciones para corregir los problemas nutricionales.
Existen varios procedimientos que se realizan por laparoscopia o cirugía mínimamente invasiva. Las 2 más usadas y recomendadas actualmente son:
Es un tratamiento temporal no quirúrgico para perder peso (de 6 meses a un año). Es muy variable en sus resultados, provoca muchas náuseas y vómitos en los tres primeros días, después puede producir reflujo nocturno y mal aliento debido al lento vaciado gástrico. Se puede usar en pacientes con alto índice de masa corporal para reducir algo de peso, mejorando su riesgo anestésico antes de llevarlos a una cirugía definitiva.
Es una intervención quirúrgica experimental en la que no se corta el estómago, sino que se efectúa una imbricación con suturas al estómago para disminuir la capacidad gástrica. No se aconseja ni se utiliza en la gran mayoría de los centros de cirugía bariátrica y no está avalada por sociedades científicas internacionales ni nacionales.
Se utilizan en muy pocos centros de cirugía bariátrica y son poco recomendables, ya que tienen un alto riesgo de complicaciones, baja calidad de vida y problemas de malnutrición.
No se recomienda porque hay una alta tasa de recuperación del peso perdido (entre el 40% y el 60%). Además produce problemas de desplazamiento, migración, ulceración, dilatación esofágica, obstrucción, y requiere controles médicos para realizar ajustes en el puerto de la banda. Se utilizó hace 2 décadas pero fue abandonada y sustituida por la Manga Gástrica.
En definitiva, los procedimientos de cirugía bariátrica son la solución más efectiva para la obesidad, se mantienen en el tiempo con una disciplina de conducta del paciente, proporcionando la oportunidad de un verdadero cambio en el estilo de vida y la prevención de complicaciones reales en el medio y largo plazo.